Cuando Luis Esteban Rojas, apreciado amigo y colega, me hizo llegar desde San José de Guaribe (Guárico) el afiche y el anuncio hubo deslumbramiento. Carrizos y Bandola de Guaribe en Caracas. Luis Esteban lo envió aunque la presentación está auspiciada por Min Cultura, pero el afiche no da ni un nombre de los músicos que se presentarán, como si fueran anónimos.
Mirar el anuncio de Carrizos fue volver la memoria a la etapa escolar en que nos enseñaban a cantar y a bailar el “Mare Mare”, tan Kariña y Caribe como el Carrizo mismo, y tan originario que los colonizadores no podían tolerarlo. Les agredía algo que no fuera de ellos o tuviera su influencia.
Este mismo sábado tendremos la inmensa oportunidad de encontrarnos con una manifestación auténticamente originaria en su base. Cierto que ahora la bandola, el cuatro, las maracas y hasta la cuereta le acompañan, pero la maravilla son esas flautas de pan como les llaman, con un sonido particular, que mueve conciencia y sangre por dentro.
Será a las 3 de la tarde sabatina en la Casona Cultural Aquiles Nazoa cuando se tendrá una oportunidad de oro de empalmar con una historia musical no contaminada, porque, claro que nos contarán la historia.
Ya en Cumanacoa y Cumaná existieron cultores y portadores de tradición que cuidaron de los Carrizos y los empleaban, preservando esa ancestralidad. Lo mismo pasa en San José de Guaribe, porque en Anzoátegui y Monagas quedan vestigios, pero no resistencia al olvido. En Guaribe fue José Gregorio Malavé quien se ocupó de preservar el sonido, la técnica de construcción, la afinación y hasta la siembra del Carrizo Real (bambucillo) para su elaboración.
De verdad será un encuentro con nuestro tronco originario y es importante a los fines de seguir apuntalando soberanía y cultura propias.
@lildelvalle