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Datos ÚN: chavistas tienen más ganas de votar

Estamos a tres meses de las elecciones regionales y locales en Venezuela. Los partidos y agrupaciones políticas han entrado en la recta final de la definición de sus candidaturas y, poco a poco, el ambiente electoral se va calentando. El PSUV ya anunció su propuesta de gobernadores y también lo hizo la Alianza Democrática. Por su parte, Henrique Capriles dijo que su grupo va a participar y lanzó a su gente a la calle, sin mayores protocolos. Incluso la versión opositora que se había casado con la “ruta insurreccional” ahora se muestra dubitativa.

La Mesa de Diálogo instalada en México ha puesto sobre el tapete las famosas “condiciones electorales” que exige la oposición para volver al ruedo democrático. Por su parte, el CNE, con su nueva directiva, ha servido como catalizador de los nuevos ánimos al promover la confianza en la transparencia y el equilibrio del sistema electoral venezolano. Todo esto genera expectativas sobre los niveles de participación en el evento pautado para el 21 de noviembre.

Pero lo más importante será la convocatoria efectiva que los actores políticos logren sobre la población, que exige de los dirigentes compromiso con la resolución de los problemas fundamentales, como la economía y los servicios públicos. Los números de participación y abstención serán tanto o más importantes que los resultados, ya que resultarán un factor clave en la construcción de opinión pública sobre la legitimidad del proceso y del nuevo mapa político que se genere.

A finales de mayo, hicimos un sondeo sobre la intención de participar el 21-N y 80,6% respondió positivamente, dividido en 70,6% que dijo estar seguro de ir a votar y 10% que lo consideró “bastante probable”.

Decidimos volver a preguntarle a nuestra audiencia y medir esta vez cómo están las intenciones de votar en las regionales según el grupo político con el que las personas se identifican. Es decir, cómo están los ánimos entre chavistas, opositores y “ni-ni”. Publicamos un sondeo en ultimasnoticias.com.ve y en nuestras cuentas de redes sociales, con la siguiente pregunta: “¿Vas a votar en las elecciones regionales del próximo 21 de noviembre?”. Las opciones eran “Sí voy a votar”, “Aún no lo decido” y “No voy a votar”. Antes, pusimos una “pregunta filtro” para clasificar a los participantes por identidad política: “¿Con qué grupo político te identificas? Chavismo – Oposición – Ninguno de los dos”.

Entre el lunes 16 y el jueves 19 de agosto, participaron 5.172 personas y los resultados fueron los siguientes:

Queremos elegir

En términos totales, es decir, sin distinguir por identidad política, 71,9% de los participantes respondió que sí va a votar el 21 de noviembre. Estamos hablando de 3.719 personas de las 5.172 encuestadas. Así mismo, 13,3% (792 respuestas) dijo que aún no se decide si votar o no y 12,8% (661 respuestas) afirma que no va a votar las próximas elecciones. Esto quiere decir que podríamos contar con una participación cercana a las tres cuartas partes de la población habilitada para votar. El escenario se mantiene similar al sondeo de mayo, aumentando 1,3 puntos la seguridad de ir a votar.

Obviamente, todo dependerá de la capacidad de los políticos de entusiasmar y movilizar a sus electores.

La pelea es peleando

Cuando observamos los datos de acuerdo al grupo político, podemos aproximarnos un poco más al cuadro actual de la intención de votar.

Lo más impresionante, aunque no sorprendente, son los chavistas. 96,3% de quienes se identificaron con el chavismo dijeron que sí van a votar el 21-N. Sólo 2,5% está indeciso y 1,2% no va a votar.

Pero el grupo identificado con la oposición mostró también una buena intención de participar: 64,8% dijo que sí va a votar, 21,8% no ha tomado todavía la decisión y 13,4% dijo que no lo hará. Si bien hay más abstencionistas que en el chavismo, la cantidad de opositores indecisos representa una oportunidad política para los partidos, ya que si los convencen tendrían buenas chances de acerarse a los números de sus oponentes.

Ahora, entre los participantes que se autodefinen como “ni-ni” el comportamiento estuvo más distribuido. Destaca que casi la mitad, o sea 43,4%, dijo que sí va a votar. Esto es muy interesante porque, aunque esta gente no se identifica con ninguno de los bandos políticos, al final tomará una decisión por alguno de los candidatos y podría definir resultados en estados o municipios donde la pelea esté más reñida.

Un porcentaje nada despreciable este grupo intermedio, 29,2%, todavía está decidiendo si ir o no ir a votar. Eso le suma importancia a la consideración anterior. 27,4% de los “ni-ni” está claro en que no va a votar, constituyendo así el sector abstencionista más grande en cuando a identidad política.

La conclusión preliminar aquí es que existe una buena base con intenciones de participar entre los electores que llaman usualmente “voto duro”, tanto del chavismo como de la oposición”, siendo el primer grupo el más animado. Pero el sector “ni-nini”, entre los que pueden contarse muchos “exchavistas” y “exopositores”, los llamados “descontentos”, destaca al mostrar un buen nivel de ánimo electoral, que podría acercarse al 50% si los actores políticos juegan bien sus fichas de aquí al día de la votación.

Esto se puede ver claramente en esta tabla con los valores absolutos de la encuesta y la proporción de cada alternativa según la identidad política:

Podemos suponer que, a medida que se acerque la fecha y la campaña se desarrolle con nombres, apellidos y rostros de los candidatos, el escenario se concretará y los indecisos se decidirán, probablemente, favoreciendo la participación.

@angelgonzalezvn