Bajo el llamado de la caja, salieron los Diablos Danzantes de Naiguatá, por grupos y desde diversas calles del sector Pueblo Arriba, este miércoles. Sólo se notó la presencia de promeseros y locales de Naiguatá, en este primer día de celebración de Corpus Christi.
Desde la puerta de la Iglesia Nuestra Señora de Coromoto, se escuchó el sonido de los cencerros y zapateado, característico de esta tradición mítico-religiosa. Este año los coloridos vestuarios y las máscaras fueron alusivos a especies del mar, animales e íconos de diablos.
Este año danzaron 150 diablos y se bautizaron 26 nuevos promeseros, quienes pidieron al Santísimo Sacramento por la salud del pueblo de Venezuela y por la cura de la pandemia de la covid-19, indicó Efren Rodríguez, cofrade de los Diablos de Naiguatá.
Bajo las máscaras de Diablo, se pudo observar a los danzantes, usando mascarillas, bufandas y hasta guantes. “Hoy y mañana será una danza sin compañía del pueblo, por medidas de seguridad”, dijo Rodríguez.
Recalcó que todos los promeseros y la cofradía se concentró por cinco horas este miércoles y ocho horas para este jueves cuando se iniciará la celebración con una misa, la procesión del Santísimo Sacramento y la diablada.