Cuando uno decide tener un perrito, normalmente no lo ve como una vida larga, es que suelen vivir poco, en comparación con el hombre.
Oso era un perro que vivió 18 años, llegó a manos de su mamá humana cuando era un cachorro. Era de gran tamaño, sin pelo, con heridas y muy deteriorado.
Con esfuerzo, tratamiento y constancia, se curó. Pero su primer año de vida, fue complejo.
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